La consideración del emprendimiento como una estrategia fundamental en la formación de las personas a lo largo de todo su periodo vital, nos lleva a considerar tres dimensiones en el emprendimiento: personal, social y productivo.
De manera coherente con este planteamiento, se trataría de un modo de actuar y pensar orientado al:
Emprendimiento personal: concretar el proyecto vital y encaminarse hacia su consecución de forma activa.
Emprendimiento social: llevar a cabo iniciativas que repercutan en la mejora de la calidad de vida y el bienestar común.
Emprendimiento productivo: crear riquezas y prosperidad en un marco sostenible y solidario.
Programa Marco Innicia y Plan para el Fomento de la Cultura Emprendedora en el Sistema Educativo Andaluz